Algunos “mala leche” dirán que me gusta cebarme de la desgracia o siempre resalto lo negativo. No saben estos intonsos que mayor alegría tendría como aficionado al fútbol, no de ahora ni como “turista” sino de hace más de 45 años, poder gritar como Augusto Ferrando..”No nos ganan….”, pero sería mentirles o mentirme a mí mismo. La verdad, no sé cual mentira sería más ruin.
Este domingo está todo preparado para que una vez, nuestros “peloteros”  cumplan los vaticinios fatídicos, salvo que aparezca la tradicional “gitanería”. El negocio está asegurado. Cierta prensa “mermelera” vendió la idea que estábamos completos o sea “había venido lo mejor de la vidriera”. Por eso vinieron “parchados, rotos”, con esguinces, pubalgias o desgarros en el cuerpo más no en los bolsillos. Son “vacaciones pagadas” hasta con boleto aéreo de primera clase. Manuelito se frota las manos pues el lleno en el Nacional será de “bandera” a precios de primer mundo deportivo. La afición irá ilusionada pero nada hace presagiar un buen resultado.
Un “mago bamba” nos vendió “humo” y jugadores escasos de cualquier “profesionalismo” se preparan para “chelear” después de los 90 minutos, como si no hubiera pasado nada. Que lejanos tiempos donde un Sotil de “acero inoxidable” venía de España con su “plata” y bajando del avión nomás jugaba 90 minutos a muerte. Cada patada que recibía era la previa para una jugada de ensueño; o un Guillermo La Rosa elevándose como un “cóndor andino” y entre dos zagueros colombianos dejaba el Campín en silencio o en el mítico Centenario,  tan solo cien peruanos gritaban su gol en 1981. Ya quisiera la “foca” o “los cachito” ser parte de ese “Olimpo” al que pertenecen con justa ley, el “tanque” La Rosa o el verdadero y mítico “Cachito” Ramírez, el de los dos golazos en la Bombonera con los que clasificamos a México 70.
Esos tiempos no volverán y ni un “ burrero” con apellido de conquistador español podrá ser más grande que Teófilo Cubillas, a pesar de lo que dicen ciertos plumíferos asalariados. Ni menos un “mudo” podrá alcanzar las alturas que alcanzaba el “granítico” Héctor Chumpitaz cuando ganaba los aires gracias a su “salto de doble ritmo”. Ni un “loco” podrá ser ídolo en Boca como lo fue Julio Meléndez ni menos tendrá el temple de un”Chito” La Torre.
El José Díaz de hoy no se parece al de la tarde de agosto de 1981, cuando vimos clasificar por última vez a una selección peruana de fútbol. Tampoco lo serán esos que se pondrán “la camiseta” por 90 minutos y luego se largarán a contar sus billetes, ignorando tal vez que el dinero se puede acabar pero lo que somos nunca dejaremos de ser. Lo que hemos leído nadie no los quitará, pero qué decir de esa “cobra” que piensa que es “castigo” leer un libro. La ignorancia es atrevida. No hay duda.
Lástima por Paolo Guerrero que la “suda”, lástima por una afición que ya se olvidó que fuimos grandes en el concierto internacional.
El “Ñol” dice que no estamos completos pero tenemos aún entrenador y jugadores. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Pobre Universitario si Ñol piensa de verdad así.
Para finalizar solo nos queda cantar como la Trinchera Norte…” no tenemos dirigentes, jugadores del montón, que se vayan a la m… y Perú volverá a un Mundial..”
Oye “mago”, ni me llames “miserable” pues a pesar que me han vacunado contra la rabia, salto a tu yugular y te destrozo…¡¡¡

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