Raldes "no arrugó" contra Messi.

Deberíamos estar comentando sobre fútbol y sobre la buena presentación de la selección boliviana que jugando con decisión, orden y sacrificio logró sacar un valioso empate ante una deslucida Argentina. Sin embargo con profunda decepción observamos cómo, una vez más, un llamado “astro”del fútbol se comporta con bajeza y muestra uno de las peores facetas humanas: el racismo.


Yo, un poodle descendiente directo de la mascota de Napoleón Bonaparte, rechazo enérgicamente esto. Esta excecrable actitud se produjo luego de un incidente propio del juego entre Messi y un defensa boliviano , el número 16, Raldes cuando este último hizo una “cortina” para que la bola saliera por la línea de fondo . Hubo forcejeos y algunos insultos. Cuando parecía haberse solucionado el incidente, ambos se dirigieron al centro del campo y ahí, Messi, con evidente y condenable actitud, se tapó la nariz un tramo de la caminata y se dirigíó al boliviano como diciendo.. “sal de mi camino que apestas”.


La FIFA fomenta no solo el “Fair Play” o “juego limpio” sino que combate con decisión cualquier manifestación de racismo. Pues bien, en mérito a ello y como una muestra de que esa posición es de veras cierta, EXIGIMOS una sanción ejemplar contra el argentino Messi. Debemos tolerar actitudes como ésta?

Sobre el partido no hay mucho que decir, Argentina pensó que en 15 minutos lo“cerraba” y atacó con todo. Bolivia se defendió con orden y con una actuación destacada de su arquero Arias, que sacó un remate peligroso que iba al arco. En el inicio del segundo tiempo, Rojas enmudeció el estadio: con un certero “taco” y anotó en el arco de Argentina con la complicidad del arquero Romero y de Banega que introdujo la pelota en vez de rechazarla.

En el minuto 67, Martins Moreno se “comió” un gol, en un rápido contraataque, el que hubiera sido el segundo gol boliviano y más con ganas que con un buen juego, a las 75 minutos el “Kun” Agüero empató con un buen remate tras pase de pecho de Burdisso, previo centro de Di María.
Ayer se demostró que once individualidades, por más buenas que sean, no hacen un equipo de fútbol. Con un juego monocorde y sin variantes en el banco de suplentes; Argentina pensó que aún se gana con “la camiseta”. Los únicos que pusieron algo de calidad fueron Mascherano y Agüero pero fue insuficiente. Messi y los demás no mostraron nada en los 90 minutos de juego.

Argentina volvió a relucir el juego malintencionado cuyo génesis data en los 60s con Zubeldía, Bilardo y compañía, cuando el primero era el DT del Estudiantes y “director de orquesta” de esas tropelías y el segundo encabezaba en el campo de juego una banda de matones que amedrentaban a sus rivales con agujas y otras malas artes. Una entrada criminal de Lavezzi contra un boliviano debió ser tarjeta roja (solo fue amarilla) entre tanto Mascherano y compañía se desvivían en reclamos destemplados contra las decisiones del árbitro, sin ser llamados al órden, mientras tanto el árbitro exageró las tarjetas amarillas contra Bolivia (cuatro con Flores, Gutierrez, Rivero y Chávez).

Exigimos un severa sanción contra el racismo¡¡ Luchemos por una verdadera inclusión y que el deporte una a los pueblos¡ usted qué piensa????

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