En circunstancias dignas de Ripley, Paraguay pasó a la final sin ganar ni un partido. Ayer empató 0-0 con Venezuela y en la definición de tiros penales, ganó 5-3.


Realmente bochornoso. La Copa América debería ser lo que siempre fue: un torneo de 10 equipos sudamericanos. En caso se siga invitando a equipos de la CONCACAf, debería exigirse que vengan con su plantel titular. En caso contrario, armar dos grupos de 5 equipos cada uno y los dos mejores de cada serie deberán jugar un cuadrangular, todos contra todos; de tal manera que el campeón sea el que obtenga más puntos y no como Paraguay en este torneo.


Sobre el partido: Paraguay dominó los primeros 45 minutos y en el segundo tiempo así como en el alargue, Venezuela fue más. El árbitro anuló erróneamente un gol de Venezuela, que hubiera cambiado el destino del partido. No podemos permitir que factores externos influyan en los resultados y menos que la CONMEBOL siga programando a este tipo de árbitros, que cometen errores garrafales.

Las figuras del partido: Vizcarrondo, Cicher y Rondón por Venezuela y Villar por Paraguay.


La final será el domingo entre Paraguay y Uruguay; en tanto el sábado jugarán Perú y Venezuela por el tercer lugar. Uruguay es favorito para campeonar ante un mediocre Paraguay que no muestra nada más que un buen arquero.



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